A PROPÓSITO DE LOS INCENTIVOS MÉDICOS Y LA
BELIGERANCIA SINDICAL CONTRA LOS MISMOS
En medio de una feroz campaña para desmantelar
los derechos laborales de los empleados públicos (de todos, no solo los de los
profesionales en medicina), el Movimiento Sindical no sólo dá muestras de estar
dividido, sino de que esa división implica no ya, fragmentación, sino
beligerancia en contra de un determinado sector. Hacer que estallen las diferencias que han
existido siempre entre los diferentes gremios y sindicatos en la coyuntura
actual, es casi un suicidio. No se trata de defender privilegios; se trata de
hacer un frente común contra la embestida neoliberal. No es el momento de
"ajustar cuentas", porque en la "mira" están todos los
derechos laborales de los empleados públicos. Ahora son los médicos; ayer
fueron las convenciones colectivas de RECOPE, luego serán las convenciones
colectivas de las Municipalidades, los pluses salariales del Gobierno Central,
etc.
El comunicado de SINAE (que circula en la red y de los cuales la prensa público algunos fragmentos) es una muestra de lo que no se debe hacer cuando el enemigo común nos está cercando. Seguir el ejemplo de la Anep es contribuir a enterrar al Movimiento Sindical del Sector Público.
LOS ARGUMENTOS DE LA ANEP PARA ATACAR LOS
INCENTIVOS MÉDICOS (CONTRA-ARGUMENTOS)
1) El
Gobierno se niega a aplicar reajustes de salarios a grupos de empleados
públicos menos calificados, por el efecto rebote de éste sobre el salario de
los profesionales en medicina. NO ES
CIERTO: El Gobierno tiene como política la contención de los salarios del
sector público como parte de la su estrategia neoliberal
de reducción del gasto estatal. Ese argumento, el del efecto rebote, apenas
recientemente ha sido esgrimido por el Gobierno y, eso sí, ha sido recogido y
sobrevalorado por la ANEP como origen de la negativa gubernamental. Por eso,
"desenganchar" a los profesionales en medicina de los reajustes para
el Gobierno Central no va a cambiar la política salarial del Gobierno hacia los
empleados públicos.
2) El
"enganche" de los médicos es una especie de "parasitismo
sindical"; los médicos reciben ajustes de salarios sin hacer nada. NO ES CIERTO: Los médicos nos han recordado
-al menos a mí se me olvidó- la huelga que originó la Ley de Incentivos en el
año 1982. Fue una huelga de 42 días. Por le demás, la práctica de
"engarcharse" a otros sectores o grupos laborales es práctica común y
de esos ejemplos están llenas las Convenciones Colectivas. Se trata de
garantizar no solo el sostenimiento del nuevo derecho adquirido, sino su
crecimiento a futuro. Nada condenable, menos si ha sido sancionado por ley.
3) La ANEP no
hace más que defender a los sectores empleados públicos menos favorecidos, al
exigir el "desenganche" de los médicos. NO ES CIERTO. Objetivamente la iniciativa de la ANEP para
promover el "desenganche" de los médicos, favorece la campaña del
Gobierno contra todos los derechos laborales de los empleados públicos que
estén por sobre los mínimos del Código de Trabajo. Es evidente que la ofensiva
contra los "incentivos salariales" de los empleados públicos no se
límita a un sector supuestamente privilegiado. El Ante-proyecto para suprimir
los pluses salariales es una prueba de que para el Gobierno todo derecho
laboral que esté por encima del Código de Trabajo es un "privilegio"
que se debe eliminar. Por ello, abrir un frente de batalla "interno",
como lo ha hecho la ANEP, debilita a todo el Movimiento Sindical en momentos en
que el enemigo común nos está tratando de cercar por las mismas razones: las
mejores condiciones laborales de que gozan los empleados públicos respecto a
los trabajadores del sector privado. ¡Qué van por la restauración del TOPE DE
CENSATIA en todas las instituciones del Estado, incluyendo a las Municipalidades
(en las que por cierto, trabaja un alto porcentajes de los empleados menos
favorecidos), es prueba de que la "guerra" es contra todos los
empleados públicos. La división, el poner a un sector a pelear con otro, es la
mejor arma que se puede poner en manos del enemigo común.
4) La dirigencia de la ANEP no está en contra de los incentivos
salariales de los médicos, solo busca que éstos se “desenganchen” de los
reajustes del Gobierno Central. NO
ES CIERTO: don Albino –por
iniciativa propia y sin que el Gobierno lo estuviera planteando- abrió un
frente de guerra contra los incentivos salariales a los profesionales en
medicina. Y así de claro es
su ataque: “Esos incentivos impiden que las
cocineras de los CEN-CINAI, que los policías, los oficinistas puedan obtener
retribuciones salariales justas y acordes con el deterioro del poder de compra” (La Nación; 17 de enero del
2013). Propone, entonces,
don Albino, que se reforme el artículo 12 de la Ley No. 6836 que es el que
garantiza al gremio médico ajustes de salario proporcionales a los del Gobierno
Central. Y aunque ese
argumento, el del “efecto rebote” de los reajustes salariales del gobierno
central sobre los salarios de los profesionales en medicina, no se encuentra en
ningún documento formal del Gobierno (por ejemplo en la Actas de la Comisión
Negociadora de Salarios del Sector Público), don Albino y Compañía lo apuntan
como responsable de los pésimos reajustes de salario que se otorgan a los empleados
públicos de menos ingresos. La
verdadera razón por la que don Albino promueve el “desenganche” está en la
respuesta que dio a un periodista cuándo éste le preguntó que por qué hasta
ahora y no antes se refería a los incentivos médicos como culpable de los bajos
salarios del resto: “No sé… la misma solidaridad
sindical, eran otros escenarios macroeconómicos…” (La Nación, 17 de enero del 2013). La respuesta de don Albino contiene
dos renuncias fundamentales a las tesis del sindicalismo consecuente: i) “la
solidaridad sindical” no parece importante en estos tiempos: ya no defender los derechos
laborales de cualquier grupo de trabajadores, sino el no hacer canibalismo
sindical, y, ii) “los
escenarios macroeconómicos” (¿crisis
fiscal?) los entiende don Albino como siendo del Gobierno: no son la evasión fiscal, la
exoneración de impuestos, la mala administración de recursos, la concesión de
obras públicas y la corrupción, las causas de los problemas de las Finanzas
Públicas; no, la causa son los salarios (aunque ahora diga que son los salarios
altos, no los medios y bajos los que causan la crisis fiscal (La Nación, 6 de
febrero del 2013).
5) La dirigencia de la
ANEP ha sido muy valiente al hablar, por fin, sobre un tema “tabú”: los
incentivos salariales de los médicos. ¿VALIENTE
O COLABORACINISTA? La
dirigencia de la ANEP sin duda es muy “valiente”; no solo instiga al Gobierno y
a la opinión pública con su discurso acusador contra los médicos (ellos son los
responsables de los bajos salarios de las cocineras, los policías y los
oficinistas), sino que anuncia una huelga de policías para presionar la
aprobación en la Asamblea Legislativa de la reforma al artículo 12 de la Ley de
Incentivos para los Profesionales en Ciencias Médicas. Si, muy “valientes”. Precisamente cuando los médicos están
afrontando la peor arremetida contra sus derechos laborales y son el “plato de
la mesa” de una opinión pública carboneada por un dirigente sindical al que le
abren de par en par las páginas y pantallas de la Gran Prensa, se anuncia por
primera vez en nuestro país, que sepamos, una huelga contra un gremio. ¿Por qué? Porque ahora los policías organizados
por la dirigencia de la ANEP se han tragado el mendaz argumento de que sus
bajos salarios son culpa de los “altos” salarios de los médicos. Policías y Médicos agarrados de las
mechas: el escenario perfecto para que el Gobierno arremeta parejo contra todos
los pluses e incentivos salariales de los empleados públicos. El escenario perfecto para presentar a
la Asamblea Legislativa el Proyecto de Ley contra los Pluses Salariales (¿de
los médicos?; ¡no don Albino!) de todos los empleados públicos. El escenario perfecto para ponerle
impuestos al salario escolar (¿de los médicos?;¡ no don Albino!) de todos los
empleados públicos. El
escenario perfecto para ponerle impuesto al aguinaldo (¿de los médicos?, ¡claro
que no, don Albino!) de todos los trabajadores del país. (CONTINUARÁ)
No obstante las diderentes posiciones que están sobre la mesa, lo cierto es que el gremio médico, por lo menos en un alto porcentaje, nunca ha mostrado una posición realmente revolucionaria ni solidaria con luchas de otros gremios y trabajadores de niveles sociales, económicos y académicos más bajos, sí busca el apoyo de éstos cuando les conviene. Es cierto que hay médicos de médicos, es decir, médicos de orígenes muy sencillos y populares y otros de la élite del país, pero no es menos cierto que sus luchas (como un sólo cuerpo o gremio) no han sido por el alto costo de la vida y la explotación de los trabajadores sino por su bolsillo, cuándo éste se siente amenazado.¿Los vemos acaso en las manifestaciones del 1° de mayo, entre otras?
ResponderEliminarSerá porque se le impidió a los médicos la libre opinión, las marchas, las huelgas. Será también porque los médicos tienen que trabajar hasta 36 horas seguidas,.lo cual es agotador y esclavista.
EliminarSerá porque tenemos que preocuparnos por los accidentados, los infartados, los asmáticos que llegan los hospitales, en vez de ir a marchar? Cree que el rol de un médico es ir a hacer manifestaciones? Nuestra lucha es en los hospitales, contra la muerte misma.
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