viernes, 8 de febrero de 2013

Los argumentos de la ANEP para atacar los incentivos médicos (CONTRA-ARGUMENTOS)


A PROPÓSITO DE LOS INCENTIVOS MÉDICOS Y LA BELIGERANCIA SINDICAL CONTRA LOS MISMOS



En medio de una feroz campaña para desmantelar los derechos laborales de los empleados públicos (de todos, no solo los de los profesionales en medicina), el Movimiento Sindical no sólo dá muestras de estar dividido, sino de que esa división implica no ya, fragmentación, sino beligerancia en contra de un determinado sector. Hacer que estallen las diferencias que han existido siempre entre los diferentes gremios y sindicatos en la coyuntura actual, es casi un suicidio. No se trata de defender privilegios; se trata de hacer un frente común contra la embestida neoliberal. No es el momento de "ajustar cuentas", porque en la "mira" están todos los derechos laborales de los empleados públicos. Ahora son los médicos; ayer fueron las convenciones colectivas de RECOPE, luego serán las convenciones colectivas de las Municipalidades, los pluses salariales del Gobierno Central, etc.

El comunicado de SINAE (que circula en la red y de los cuales la prensa público algunos fragmentos) es una muestra de lo que no se debe hacer cuando el enemigo común nos está cercando. Seguir el ejemplo de la Anep es contribuir a enterrar al Movimiento Sindical del Sector Público.

LOS ARGUMENTOS DE LA ANEP PARA ATACAR LOS INCENTIVOS MÉDICOS (CONTRA-ARGUMENTOS)

 1) El Gobierno se niega a aplicar reajustes de salarios a grupos de empleados públicos menos calificados, por el efecto rebote de éste sobre el salario de los profesionales en medicina. NO ES CIERTO: El Gobierno tiene como política la contención de los salarios del sector público como parte de la su estrategia neoliberal de reducción del gasto estatal. Ese argumento, el del efecto rebote, apenas recientemente ha sido esgrimido por el Gobierno y, eso sí, ha sido recogido y sobrevalorado por la ANEP como origen de la negativa gubernamental. Por eso, "desenganchar" a los profesionales en medicina de los reajustes para el Gobierno Central no va a cambiar la política salarial del Gobierno hacia los empleados públicos.

2) El "enganche" de los médicos es una especie de "parasitismo sindical"; los médicos reciben ajustes de salarios sin hacer nada. NO ES CIERTO: Los médicos nos han recordado -al menos a mí se me olvidó- la huelga que originó la Ley de Incentivos en el año 1982. Fue una huelga de 42 días. Por le demás, la práctica de "engarcharse" a otros sectores o grupos laborales es práctica común y de esos ejemplos están llenas las Convenciones Colectivas. Se trata de garantizar no solo el sostenimiento del nuevo derecho adquirido, sino su crecimiento a futuro. Nada condenable, menos si ha sido sancionado por ley.

3) La ANEP no hace más que defender a los sectores empleados públicos menos favorecidos, al exigir el "desenganche" de los médicos. NO ES CIERTO. Objetivamente la iniciativa de la ANEP para promover el "desenganche" de los médicos, favorece la campaña del Gobierno contra todos los derechos laborales de los empleados públicos que estén por sobre los mínimos del Código de Trabajo. Es evidente que la ofensiva contra los "incentivos salariales" de los empleados públicos no se límita a un sector supuestamente privilegiado. El Ante-proyecto para suprimir los pluses salariales es una prueba de que para el Gobierno todo derecho laboral que esté por encima del Código de Trabajo es un "privilegio" que se debe eliminar. Por ello, abrir un frente de batalla "interno", como lo ha hecho la ANEP, debilita a todo el Movimiento Sindical en momentos en que el enemigo común nos está tratando de cercar por las mismas razones: las mejores condiciones laborales de que gozan los empleados públicos respecto a los trabajadores del sector privado. ¡Qué van por la restauración del TOPE DE CENSATIA en todas las instituciones del Estado, incluyendo a las Municipalidades (en las que por cierto, trabaja un alto porcentajes de los empleados menos favorecidos), es prueba de que la "guerra" es contra todos los empleados públicos. La división, el poner a un sector a pelear con otro, es la mejor arma que se puede poner en manos del enemigo común.

4) La dirigencia de la ANEP no está en contra de los incentivos salariales de los médicos, solo busca que éstos se “desenganchen” de los reajustes del Gobierno Central.  NO ES CIERTO:  don Albino –por iniciativa propia y sin que el Gobierno lo estuviera planteando- abrió un frente de guerra contra los incentivos salariales a los profesionales en medicina.  Y así de claro es su ataque: Esos incentivos impiden que las cocineras de los CEN-CINAI, que los policías, los oficinistas puedan obtener retribuciones salariales justas y acordes con el deterioro del poder de compra” (La Nación; 17 de enero del 2013).   Propone, entonces, don Albino, que se reforme el artículo 12 de la Ley No. 6836 que es el que garantiza al gremio médico ajustes de salario proporcionales a los del Gobierno Central.   Y aunque ese argumento, el del “efecto rebote” de los reajustes salariales del gobierno central sobre los salarios de los profesionales en medicina, no se encuentra en ningún documento formal del Gobierno (por ejemplo en la Actas de la Comisión Negociadora de Salarios del Sector Público), don Albino y Compañía lo apuntan como responsable de los pésimos reajustes de salario que se otorgan a los empleados públicos de menos ingresos.    La verdadera razón por la que don Albino promueve el “desenganche” está en la respuesta que dio a un periodista cuándo éste le preguntó que por qué hasta ahora y no antes se refería a los incentivos médicos como culpable de los bajos salarios del resto:  “No sé… la misma solidaridad sindical, eran otros escenarios macroeconómicos…”  (La Nación,  17 de enero del 2013).  La respuesta de don Albino contiene dos renuncias fundamentales a las tesis del sindicalismo consecuente:  i) la solidaridad sindical” no parece importante en estos tiempos:  ya no defender los derechos laborales de cualquier grupo de trabajadores, sino el no hacer canibalismo sindical, y,  ii) “los escenarios macroeconómicos” (¿crisis fiscal?) los entiende don Albino como siendo del Gobierno:  no son la evasión fiscal, la exoneración de impuestos, la mala administración de recursos, la concesión de obras públicas y la corrupción, las causas de los problemas de las Finanzas Públicas; no, la causa son los salarios (aunque ahora diga que son los salarios altos, no los medios y bajos los que causan la crisis fiscal (La Nación, 6 de febrero del 2013).

5) La dirigencia de la ANEP ha sido muy valiente al hablar, por fin, sobre un tema “tabú”:  los incentivos salariales de los médicos.  ¿VALIENTE O COLABORACINISTA?   La dirigencia de la ANEP sin duda es muy “valiente”; no solo instiga al Gobierno y a la opinión pública con su discurso acusador contra los médicos (ellos son los responsables de los bajos salarios de las cocineras, los policías y los oficinistas), sino que anuncia una huelga de policías para presionar la aprobación en la Asamblea Legislativa de la reforma al artículo 12 de la Ley de Incentivos para los Profesionales en Ciencias Médicas.  Si, muy “valientes”.  Precisamente cuando los médicos están afrontando la peor arremetida contra sus derechos laborales y son el “plato de la mesa” de una opinión pública carboneada por un dirigente sindical al que le abren de par en par las páginas y pantallas de la Gran Prensa, se anuncia por primera vez en nuestro país, que sepamos, una huelga contra un gremio.  ¿Por qué?  Porque ahora los policías organizados por la dirigencia de la ANEP se han tragado el mendaz argumento de que sus bajos salarios son culpa de los “altos” salarios de los médicos.  Policías y Médicos agarrados de las mechas: el escenario perfecto para que el Gobierno arremeta parejo contra todos los pluses e incentivos salariales de los empleados públicos.  El escenario perfecto para presentar a la Asamblea Legislativa el Proyecto de Ley contra los Pluses Salariales (¿de los médicos?; ¡no don Albino!) de todos los empleados públicos.   El escenario perfecto para ponerle impuestos al salario escolar (¿de los médicos?;¡ no don Albino!) de todos los empleados públicos.  El escenario perfecto para ponerle impuesto al aguinaldo (¿de los médicos?, ¡claro que no, don Albino!) de todos los trabajadores del país.  (CONTINUARÁ)



3 comentarios:

  1. No obstante las diderentes posiciones que están sobre la mesa, lo cierto es que el gremio médico, por lo menos en un alto porcentaje, nunca ha mostrado una posición realmente revolucionaria ni solidaria con luchas de otros gremios y trabajadores de niveles sociales, económicos y académicos más bajos, sí busca el apoyo de éstos cuando les conviene. Es cierto que hay médicos de médicos, es decir, médicos de orígenes muy sencillos y populares y otros de la élite del país, pero no es menos cierto que sus luchas (como un sólo cuerpo o gremio) no han sido por el alto costo de la vida y la explotación de los trabajadores sino por su bolsillo, cuándo éste se siente amenazado.¿Los vemos acaso en las manifestaciones del 1° de mayo, entre otras?

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    1. Será porque se le impidió a los médicos la libre opinión, las marchas, las huelgas. Será también porque los médicos tienen que trabajar hasta 36 horas seguidas,.lo cual es agotador y esclavista.

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  2. Será porque tenemos que preocuparnos por los accidentados, los infartados, los asmáticos que llegan los hospitales, en vez de ir a marchar? Cree que el rol de un médico es ir a hacer manifestaciones? Nuestra lucha es en los hospitales, contra la muerte misma.

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