miércoles, 2 de febrero de 2011

LA PROTESTA ES NUESTRA MEJOR HERRAMIENTA



La democracia es una forma de convivencia no muy querida por algunos grupos minoritarios ligados al poder, si consideramos que los pobres junto con los estratos medios somos la mayoría absoluta deberíamos comprender que tenemos un gran potencial para decidir lo que nos conviene.

Sin embargo por arte de la magia negra, quienes ostentan el poder formal, generalmente elegidos por nosotros, hacen grandes esfuerzos por hacernos creer que no tenemos ningún poder, que para eso se construyó la “representatividad”, las elecciones y al político.

Si nos imaginamos por un breve instante que se rompieran todas la barreras que nos tienen falsamente divididos y porque no decirlo “controlados” dentro de los comportamientos “correctos”, sería muy pero muy usual que las mayorías usaran el instrumento de la protesta social para cambiar lo que no nos gusta o nos conviene y eso sería un tsunami incontenible.

¿Imaginémonos un millón de personas exigiendo a viva voz “¡que se vaya un presidente corrupto!”, “¡que bajen el precio de los alimentos!” o “¡que caiga la dictadura!” y que esa multitud no abandone su actitud de repetir esa acción las veces que sea necesario? No habría mal que durara cien años ni político que lo resistiere.

Pero eso sí que les provoca miedo a los políticos; por eso procuran engatusarnos haciéndonos creer no cederán a las presiones de aquellos que consideran casi son su vasallos.

Pues bien, todos los beneficios sociales de que disfrutamos han sido y continuarán siendo el resultado de la protesta social, la huelga, el mitin, el piquete, la marcha. Todos estos mecanismos nos han dado a los y las costarricenses el salario mínimo, la salud pública, la cesantía, las vacaciones, la jornada mínima, las horas extras o la convención colectiva. Ningún agraciado o agraciada política nos los regaló; incluso para defender esas conquistas se pagó una cuota de sangre.

En este semestre como ya es acostumbre el Gobierno decreta el reajuste salarial (o sea la continuación del congelamiento de salarios) y los dirigentes sindicales hacemos derecho a “berrear”. Sin embargo por extraño sortilegio hace un buen rato no encontramos eco al llamamiento a la protesta lo cual también genera más debilidad del propio movimiento.

¿Se habrá contaminado el miedo de los trabajadores privados a la represión en el sector privado al público? ¿Habremos perdido la capacidad de protestar? ¿Piensa alguien en su sano juicio que 20 dirigentes aislados en la mesa de negociación pueden sustituir a la totalidad de los funcionarios públicos que laboran para el Estado?

Prepárese para la primera semana del mes de Marzo cuando realizaremos la primera acción de protesta contra el paquete fiscal, criminalización de la protesta, negociación salarial del sector privado y público, le aseguramos que será todo un éxito sí usted asiste y deja sus inhibiciones y otras ataduras mentales impuestas para al fin comprender que “solo luchando cambia la vida”.



CENTRAL GENERAL DE TRABAJADORES

¡Usted también está invitado a ser el protagonista de su propia vida!
¡Demos los pasos que sean necesarios para lograr una mejor calidad de vida para nuestras familias!
¡Que la crisis la paguen quienes la generaron!
¡Que los impuestos los paguen quienes tienen las millonarias ganancias!

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